Nada tan auténtico y
especial como los preparativos de un viaje.
Una vez más me encuentro
frente a mi maleta .No se trata simplemente de elegir que llevaré.
Afloran las ilusiones, la magia de todo aquello que esperamos que suceda mientras acondicionamos nuestro cúmulo de pertenencias que nos acompañaran, a las que nos aferramos y que estaremos cargando a lo largo de nuestro periplo; todo parece imprescindible.
El disfrute de lo que vendrá,
detona en nuestra mente potenciando ese sabor del rumbo a lo desconocido,
mezcla de vértigo y de ensoñación con expectativas sobrevaloradas a veces y que
superan nuestra realidad una vez concretado el viaje.
No importa sigo apostando al deleite y
entusiasmo como cuando éramos niños y esperábamos con ansias algo que nos
gustaba y de eso se trata de
“La Previa”.
Susana