
A menudo le transmito a mis hijos la importancia y el
orgullo de procurarse un futuro desde el esfuerzo personal y no desde el
legado.
Somos como nos han educado.
Somos lo que estudiamos.
Somos lo que leemos
Somos el producto de nuestro propio sacrificio no de lo
que fácilmente recibimos
Somos lo que nos procuramos y construimos desde nuestro
intelecto ,no “desde lo prestado o que fácilmente nos cede la vida”.
Esto nos va templando
Ser artífices de nuestras propias huellas,a través de la
disciplina y el ser metódico,no tomemos ni imitemos destinos ajenos.
Sentir orgullo no de lo que se es, sino de los
escalones recorridos para llegar a la
cima como marca registrada ,no una vida diseñada por catalògo,si por vocación,pero primordialmente por nuestra perseverancia