Adoro la presencia de estos zorzales criollos que intentan
emular sonidos celestiales.
Con sus gorjeos inundan mis mañanas con dulces melodías que
conmueven en su máxima expresión la
sensibilidad humana
Se entremezclan con las flores, conformando el marco perfecto de un cuadro soñado, con
pinceladas perfectas donde la naturaleza caprichosamente dibuja sonidos e imágenes.